domingo, 5 de abril de 2009

AL DEJAR DE SOÑAR


Dios nos entregó el soñar para ser felices.
Soñamos cuando dormimos y en la vigilia...
Y somos felices porque en ese lugar de ensueño que nadie osa profanar,vemos cumplidos nuestros anhelos y deseos.
Cuando ya no podamos ...o nos neguemos a soñar.
entonces empezaremos a languidecer hasta morir,marchitos y sin color.
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(hoy vino a mi mente esta reflexión...y tuve miedo...corrí hacia la playa
y sentí que mi espíritu se desprendía de mi cuerpo,que salía por mis ojos y se iba por el mar...hasta la otra orilla...donde otro espíritu esperaba al mío..........y me llené de colores y de vida)