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Es Otoño.
La noche silenciosa
me invita a pasear entre el follaje
de la vieja avenida.
Piso las hojas resecas y
siento que mis pies estàn creando
una bella y dorada melodìa .
Entonces, olvido
que las hojas estàn secas,
que la noche es màs oscura,
que la brisa està muy frìa,
que trato,muy optimista,
de encontrar la armonìa.
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Alzo los ojos y busco la luna
en el azul del cielo
La Reina de la Noche deberìa danzar
olvidàndose del hielo .
No aparece...y mi canto,
otrora tan alegre...se hace triste.)
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(siento nostalgia
del calor y de las flores;
de las caricias frescas,
de los bellos colores )
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La noche ,junto a la bruma,
va creciendo y
ya no veo
las hojas de color amarillo,
las cojo
y las apreto en mi bolsillo.
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Escucho al corazòn
que me intenta explicar
que la nostalgia me acosa
pues me niego aceptar
una verdad que no tranza:
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es el Tiempo que avanza
y permite al Otoño
adueñarse de mi cuerpo
y de mi alma,
de mi existencia florida,
de mi paz y de mi vida.
